Fuerzas sirias usaron el domingo helicópteros militares para atacar tres distritos de Damasco,
dijeron testigos, en un intento por eliminar a los rebeldes en el área
una semana después de que combatientes lanzaran lo que describieron como
la batalla final por la capital.
También se
produjeron enfrentamientos alrededor de las principales oficinas de
inteligencia de la segunda mayor ciudad de Siria, Aleppo - el mayor centro comercial e industrial del país - y en Deir al-Zor sobre el río Eúfrates, la mayor urbe del oriente.
Rebeldes dijeron que habían capturado un tercer puesto fronterizo con Turquía el domingo, Bab al-Salam
al norte de Aleppo, mientras funcionarios iraquíes dijeron que las
fuerzas sirias recuperaron el control de uno de sus cruces en el límite
con Irak.
Los bombardeos de helicópteros en Damasco y Deir al-Zor mostraron la determinación del presidente Bashar al Asad
por recuperar el control luego de que un atentado causara la muerte de
cuatro miembros del alto mando de seguridad, en el peor golpe asestado
al Gobierno en la revuelta de 16 meses.
Los rebeldes salieron de Mezze,
el distrito diplomático de Damasco, dijeron residentes y activistas de
la oposición, mientras que soldados de la Cuarta División de elite
asediaron el vecindario de Barzeh, en el norte de la capital, una de las
tres zonas que fueron atacadas con helicópteros.
La Cuarta División está
dirigida por el hermano menor de Asad, Maher al Asad, de 41 años, quien
es ampliamente visto como el músculo que mantiene el dominio de la
minoría alauíta de la familia del presidente.
Su
rol se ha hecho más crucial desde que los ministros de Defensa,
Inteligencia, un alto comandante y su poderoso cuñado de Asad murieron
en el atentado con bomba del miércoles, parte del "volcán de Damasco"
lanzado por rebeldes que buscan asestar en golpe definitivo en Siria
tras los levantamientos en Túnez, Libia y Egipto.
Asad no hablado en público desde el ataque de esta semana.
Nueva zona de batalla
Diplomáticos
y fuentes de la oposición dijeron que las fuerzas del Gobierno se
estaban focalizando en los centros estratégicos, mientras que un enviado
de Occidente comparó a Asad con un médico "abandonando los miembros de
un paciente para salvar los órganos".
La
televisión estatal siria citó una fuente de medios negando que
helicópteros hayan disparado armas automáticas sobre la capital. "La
situación en Damasco es normal, pero las fuerzas de seguridad están
persiguiendo a los remanentes de terroristas en algunas calles",
declaró.
Las fuerzas de Asad, que también
ingresaron el sábado en un bastión de los rebeldes situado en Aleppo,
apuntaron a opositores que iban pobremente equipados con armas y que se
movían por las calles a pie para atacar instalaciones de seguridad y
puestos de control.
Residentes dijeron que el
sonido de explosiones y salvas en la capital era tan intenso que ya no
podían distinguir el sonido del cañón tradicional que marca el fin del
ayuno diario por el mes sagrado musulmán de Ramadán.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos,
un grupo de la oposición, dijo que 180 personas, incluyendo 48
soldados, murieron en varias partes de Siria el sábado. Muchos de ellos
perecieron en la provincia de Homs, el epicentro de la revuelta.
Numerosos
negocios estaban cerrados en Damasco y apenas había tráfico, aunque el
flujo de autos era levemente menor al de días previos. Algunos puestos
de control de la policía, abandonados el día anterior, estaban operando
de nuevo.
Activistas de oposición en Aleppo
dijeron que miles de familias estaban huyendo de las zonas residenciales
el sábado después de que el Ejército barriera con el distrito de
Saladin, que estuvo en manos de los rebeldes por dos días.
También se reportaron enfrentamientos en al-Sakhour, un distrito pobre y densamente poblado.
"El
sonido de los bombardeos no ha parado desde anoche. Por primera vez
siento que Aleppo se ha convertido en una zona de batalla", dijo una
residente por teléfono desde la ciudad, pero se negó a ser identificada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario