martes, 14 de agosto de 2012

El Hacker del Gobierno

Crece en España el escándalo en torno a la red de piratas informáticos que intervenían correos electrónicos y discos duros de empresarios y figuras prominentes por encargo. El mismo hacker hacía trabajos para el Gobierno venezolano, pero en Caracas el manto de silencio es total.
Las autoridades españolas han capturado y acusado ya a más de 200 personas por su participación en una gigantesca red de piratas informáticos, donde un ciudadano argentino, Matías Bevilacqua, es la figura clave por sus avanzados conocimientos y destrezas, que le permiten penetrar en cualquier computadora y piratear todo su contenido.
Para cumplir estos objetivos, el hacker cobraba unos dos mil quinientos euros, con el pretexto de tener que mantener bajo soborno a una amplia red de informantes y técnicos de computación que trabajaban en importantes organismos públicos y en empresas privadas claves, entre ellas una conocida operadora telefónica supranacional con presencia en Caracas y de una prestigiosa tarjeta de crédito internacional.
Para facilitar sus actividades, Bevilacqua compraba bases de datos de empresas especializadas.
Entre los clientes de Bevilacqua se registraron casos de quienes cancelaron hasta treinta mil euros por un informe completo sobre la posición de una empresa concreta en el mercado, o de algún importante contribuyente de partidos de oposición gubernamental, como parece haber sido el caso de Venezuela.
Según nuestros informantes, en Barcelona, donde se está manejando el epicentro de este escándalo, las relaciones del hacker argentino con el gobierno bolivariano de Hugo Chávez se hicieron al amparo del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias.
El pretexto fue un taller de Bevilacua entre octubre y noviembre de 2010 dado en Caracas sobre Gerencia de seguridad e información, organizado por el Sistema Nacional de Gestión de Incidentes tele maticos VenCERT.
Los conocimientos del ingeniero Bevilacqua también le permitieron hacer un trabajo similar para el CERT español donde, con un cargo de director, coordinó a nivel internacional el proyecto europeo EISSP, financiado con fondos comunitarios y cuyo objetivo final fue la creación de una red de seguridad informática europea.
En el momento de su detención tenía en sus bolsillos 140 mil euros en efectivo y dijo que se trataba de pagos de sus clientes.
Consultado por los periodistas sobre su cercanía con el gobierno de Chávez, tácitamente aceptó la relación al decir que no acostumbraba dar detalles sobre sus clientes, amparándose en la confidencialidad de sus servicios.
A todo esto, el silencio en el alto Gobierno venezolano es muy espeso y difícilmente se podrá saber quiénes fueron haqueados y qué tanto daño se puede haber infringido a las víctimas, puesto que entre las labores del hacquer existía la posibilidad de modificar informaciones y de sembrar documentos comprometedores.
La “Operación Pitiusa”, como se conoce el procedimiento que permitió la detención de los piratas informáticos, ha logrado detectar que en Venezuela está en marcha un proyecto de seguridad informática del gobierno, que no descarta la posibilidad de violar la privacidad de la data y las comunicaciones de los opositores, basándose en una discutida doctrina de seguridad nacional.
“Operación Pitiusa” se parece bastante a “Pitiyankee” ¿o no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario